Taller Introductorio
Transforma el Miedo en Amor desde tu ADN
IRB (Indigo Ray Balancing)
(Dirigido a oyentes de “El Arte de Vivir”-Radio Cordillera 1190 AM – Todelar)
Preguntas Frecuentes
IRB es una herramienta muy poderosa para transformar el Miedo en Amor. Ese miedo que se disfraza de querer tener el control, de creencias limitantes de escasez y carencia, de cobardía, envidia, celos, pánico, conflicto, negatividad, quejas, abuso, dolor, enfermedad, mentira, crítica, amargura, intolerancia, rabia, rechazo, apatía, en fin… La programación inculcada o aprendida que llevamos en nuestro “disco duro” cargado de miedos y que son el patrón de conducta de la humanidad, la sociedad, el libreto del mundo cotidiano…
La frecuencia IRB viene a transformar la información celular en lo más profundo de nuestro ADN, que por cientos y miles de años hemos heredado por generación genética, por generación social y por consciente colectivo, cobijada por la gran sombrilla del miedo.
Ahora hablamos de la sombrilla del Amor en atributos envueltos en la frecuencia del Amor, como son la gratitud, la felicidad, la creatividad, la salud, la prosperidad, la humildad, la empatía, la paciencia, la intención, la paz interior, el buen humor, la confianza, la comprensión, la neutralidad, la belleza, la generosidad, el entusiasmo, la fluidez, la libertad, la independencia, la comunicación, la armonía, el éxito, el propósito de vida y un sin fin de características que nos remontan a nuestro verdadero origen Divino desde donde fuimos creados de manera perfecta… el estado ideal en el que todos soñamos vivir.
Para fluir de manera armónica con nuestro entorno. Para reconocernos y amarnos a nosotros mismos y de esa manera abrirnos a la capacidad de merecer y de co-crear una realidad plena, sin carencias ni bloqueos. Nos permite crear ilimitadamente un mundo personal desde las más altas frecuencias vibratorias.
Cuando nos sintonizamos en la frecuencia de IRB, podemos observar lo que sucede afuera y actuar desde el centro donde habita la paz interior total y aceptar Todo lo que Es tal como Es. Eso incluye a la pareja, el jefe, los hijos, la situación económica, la salud, el trancón, el clima y todo ese ambiente que consideramos hostil, para convertirlo en amoroso y digno de ser amado. Dejamos a un lado la necesidad de competir, luchar, criticar, juzgar y sufrir, y reconocemos nuestra capacidad de crear y manifestar lo que queremos.
IRB no es una técnica y tampoco una búsqueda. Más bien te permite encontrarte contigo mismo, reconocerte y reconocer que todo a tu alrededor es una pantalla donde eres capaz de proyectar la propia película que creas desde tu interior y desde tu conciencia.
IRB es aprender a honrar cada forma de vida como la máxima expresión de la creación y a vivir cada instante como el mayor milagro, no pedido, sino creado en auto-responsabilidad. IRB no está basada en ningún elemento externo del cual depender. Es una activación vital de tu ADN para crear conscientemente el paraíso que viniste a vivir. IRB transforma la información limitante de necesidad y dependencia. Por lo tanto lo único que requieres es práctica, al permitir que tus pensamientos se sincronicen con la Fuente Creadora Universal para desde ahí vivir y disfrutar. Pase lo que pase.
Podrás identificar tu centro como un estado permanente e incondicional de paz interior, como un estado del Ser. Es ese estado de imperturbabilidad que te permite ser canal de la gran sabiduría, de la totalidad de la información que desde las dimensiones superiores pasa a través tuyo. El centro te permite estar en el aquí y en el ahora, siempre Presente. Te permite no identificarte con tus pensamientos -que te llevan incesantemente entre el pasado y el futuro-, ni con tus emociones, producidas a causa de tus pensamientos. Te permite simplemente reconocer la perfección de todo lo que sucede. Cuando estás en tu centro, eres suficiente y eres capaz. No eres el hacedor, eres parte del Ser, donde todo se funde en lo Divino. No se va a la euforia ni a ningún extremo. Es simplemente Gozo y Gracia.
Cada persona es diferente. Cuando vivimos en el presente, no hay afán, hay paciencia -que es la ciencia de la paz-. Es persistir en encontrar el hábito, es persistir en mantenerte en la frecuencia que te da el balance que necesitas y que te hace sentir tan bien. Si haces conciencia permanente en estado de gratitud, de salud y de merecimiento constante, ya lo lograste. Esto no se fuerza, no se logra desde la mente. Puedes del entrenamiento constante o puedes elegir el camino de la iniciación, para que la información sea instalada a nivel interno en tu ADN, en tu esencia, para simplemente ponerla en práctica y que el hábito se construya fácilmente.
Kryon, a través de Lee Carroll, nos había dado la información de 12 capas. La medicina y la ciencia ha trabajado sobre nuestra capa 1, la psicología y la espiritualidad, sobre la capa 2 y algo de las filosofías esotéricas habían incursionado sobre lo que hoy conocemos como la capa 3 y la 8. Sin embargo, cuando reconocemos el papel que cada una de ellas juega en la totalidad de nuestra existencia, somos capaces de reconocer que podemos fundirnos con el todo y en ese instante no existir los límites. IRB activa la Capa 13, esa porción del ADN que orquesta la totalidad de las cualidades y atributos de las otras 12 capas, para transformar la información en lo que llamamos Amor. Activar la totalidad de nuestro ADN, es activar la conciencia de que somos parte de un Todo, que poseemos la información de civilizaciones superiores, que poseemos el poder de transformar, de hacer alquimia.
No, esto es sólo el 10% de lo que somos, para podernos materializar en esta encarnación y en esta dimensión en la que hemos elegido vivir un pequeño trozo de nuestra existencia, para aprender y desaprender, para experimentar…. El otro 90% es lo que llamamos nuestro ADN cuántico y Divino, el que nos permite reconocer nuestro ser ilimitado, poco comprensible cuando tratamos de describirlo con palabras y con pensamientos lineales. Sólo comprensible cuando lo experimentamos desde la Presencia, la Sabiduría, el Amor y la Compasión. Es ahí cuando comprendemos la verdad de la Unión con el Todo, de la existencia misma, como una gota del gran océano, idéntica en composición genética, pero sublimemente diferente, en experiencia y en identidad.
Falta mucho aún por comprender. Pero si lo comenzamos a vivir, podemos simplemente acceder, sin la duda, desde la autenticidad y la sorpresa con la que un niño descubre el mundo mientras se expande por él.
Confianza, paz, creatividad, fluidez, aceptación, gozo, amor propio, coherencia, claridad, contento (vivir con la certeza de que Dios está dentro), libertad, balance, credibilidad y lo más importante: Conciencia.
Esto se refleja en sus relaciones, en su capacidad de crear, en su visión de sí mismo y de quienes lo rodean, en sus oportunidades, en su apertura de camino.